Intentamos diferenciar dos tipos de fascitis plantar:
-Fascitis Plantar traumática.
-Fascitis Plantar biomecánica.
La Fascitis Plantar traumática respondería a una tensión brusca de la aponeurosis y el resto de fibras que dan consistencia a la bóveda del pie, por ejemplo en la recepción de un salto donde las fuerzas generadas en la caída son imposibles de gestionar por las fibras y acaban colapsando.
La Fascitis Plantar biomecánica sería debida a microtensiones constantes, que por repetición, acaban produciendo que las fibras colapsen, pasando de fase elástica a fase plástica y finalmente a la fase de ruptura.
La Fascitis Plantar traumática, suele evolucionar favorablemente a los tratamientos sintomáticos. Y aunque al estar en una zona de tensión cada vez que ponemos el pie en el suelo, la recuperación se consigue en un tiempo prudencial.
La Fascitis Plantar biomecánica, aunque puede responder favorablemente a los tratamientos sintomáticos, su mejoría será parcial o temporal.
Esa temporalidad viene dada por no haber tratado la etiología (causas) del problema.
Si el pie genera unos movimientos repetidos en el tiempo, por ejemplo al hacer deportes como padel o running y además en unas posiciones de ese pie poco eficientes. Debemos tener claro que el mismo motivo que hizo que ese pie empiece a dar problemas, si el movimiento persiste la recuperación se convertirá en un calvario. Se deben intentar siempre, un tratamiento multidisciplinar.
Donde el Podólogo, el Fisioterapeuta, el Traumatólogo, los entrenadores etc, debemos trabajar conjuntamente y coetáneos en el tiempo.
Para que todas las disciplinas puedan tratar de forma conjunta las diferentes anomalías que están presentes en esta recurrente lesión del pie.